Bienestar emocional en el embarazo
En Simona Ser Mamá sabemos que la maternidad no empieza con el parto. Comienza desde el momento en que sabes que estás esperando un bebé. Y en esa etapa tan transformadora, la salud mental de la mamá es tan importante como su salud física. Aun así, muchas veces se invisibiliza, se minimiza o se ignora.
¿Por qué es importante hablar de salud mental en el embarazo?
Durante el embarazo, los cambios hormonales, físicos y sociales pueden desencadenar una montaña rusa de emociones. Es completamente normal sentirte feliz y ansiosa al mismo tiempo, experimentar miedos, dudas, agotamiento o incluso tristeza. Sin embargo, cuando estos estados emocionales se vuelven intensos o persistentes, pueden afectar tanto tu bienestar como el desarrollo del bebé.
Algunas mujeres pueden experimentar ansiedad en el embarazo, otras atraviesan por momentos de tristeza prenatal, y en casos más serios, pueden presentarse cuadros de depresión perinatal. Es fundamental no dejar pasar estas señales.

Problemas frecuentes en la salud emocional durante el embarazo:
- Sentimientos de culpa o miedo constante
- Cambios de humor extremos
- Problemas para dormir o descansar
- Sensación de soledad, aunque estés acompañada
- Falta de motivación o de conexión con la maternidad
- Pensamientos negativos recurrentes
Estos síntomas no deben ser ignorados ni vistos como parte normal del proceso. La salud emocional de la mamá influye directamente en su capacidad de disfrutar el embarazo, vincularse con su bebé y enfrentar el posparto.
¿Qué puede ayudar?
Afortunadamente, hay formas efectivas de cuidar la salud mental materna:
- Hablar sobre lo que sientes. Contar con una red de apoyo, ya sea tu pareja, familia o amigas, puede marcar la diferencia.
- Buscar acompañamiento profesional. Un psicólogo o especialista en salud mental perinatal puede ayudarte a manejar las emociones difíciles.
- Descansar sin culpa. Tu cuerpo y tu mente están haciendo un gran trabajo. El descanso también es parte del cuidado.
- Establecer límites. Decir no a ciertos comentarios, visitas o exigencias externas es una forma de cuidarte.
- Informarte sin saturarte. Busca fuentes confiables, pero evita el exceso de contenido que te genere ansiedad o comparación.



